Todavía puede haber personas que tengan dudas, pero si es así, es porque no han visitado un desguace o no han ido al indicado. Los desguaces ya no son como hace años, auténticos cementerios de coches. Hoy en día son establecimientos modernos, altamente especializados y preparados para ofrecer todo aquello que cualquier cliente pueda necesitar.
Almacenan coches viejos, sí, pero en muchos casos están altamente automatizados y cuentan con almacenes en los que se depositan piezas concretas que cualquier cliente puede solicitar sin tener que estar rebuscando como antiguamente entre los vehículos. Piezas, por otra parte, que se encuentran en buen estado, desde motores completos hasta amortiguadores, espejos retrovisores o paragolpes.
Y, para facilitar aún más el trabajo, hay desguaces que ofrecen la posibilidad de realizar la búsqueda a través de internet. Basta con introducir lo que se necesita: pieza, marca y modelo del vehículo. En unos segundos sabremos si tienen en stock ese repuesto que andamos buscando. Algunos establecimientos van incluso más allá y ofrecen la posibilidad de enviarlo a otros puntos de España.
Cada vez hay más buscadores de este tipo para facilitar a los clientes las consultas y la posibilidad de utilizar en sus vehículos piezas de desguace. No hay que olvidar que se trata siempre de piezas que han sido revisadas y estudiadas al detalle para garantizar su buen estado.
Y un paso más allá, muchos talleres ofrecen a sus clientes también la posibilidad de elegir entre una pieza nueva y una de desguace. A veces la elección es muy sencilla. Las piezas de desguace tienen un precio sensiblemente inferior al de las nuevas. Para todo tipo de vehículos son una buena elección, pero para coches que tienen poco uso, que se van a cambiar pronto o que son muy viejos, puede ser la solución perfecta.