No hay que esperar hasta que nuestros hijos estén en edad escolar para enseñarlos a utilizar material manualidades, ya que estos utensilios son los mejores aliados para desarrollar su motricidad fina.
Cuando hablamos de motricidad fina nos referimos a la capacidad que tiene el niño para agarrar con sus manos cosas pequeñas, trazar rallas con un rotulador, rasgar papel o pegar brillantinas sobre un dibujo.
Las alternativas para hacer manualidades con niños que superen los dos años de edad son infinitas. Y la diversidad de materiales que podemos comprar en cualquier papelería serán los mejores juguetes de nuestros pequeñines.
La ventaja de enseñarlos desde pequeños a hacer manualidades es que potenciamos su capacidad de concentración, aprenden diversas actividades mientras se divierten. De esta manera, ellos estarán desarrollando su intelecto gracias a la ayuda de los padres.
Para hacer manualidades no hace falta hacer grandes gastos, bastará con comprar algunos rotuladores, cartulinas de colores, pegamento, acuarelas o plastilina.
Tal vez si compras bolas de Porexpan, retazos de tela, rotuladores y un par de ojos de acrílico, podrás hacer un títere junto a tu hijo. A él le parecerá magia ver a mamá o a papá diseñar un muñeco con sus propias manos. Sin contar que éste puede convertirse en el mejor acompañante a la hora de leer cuentos antes de la siesta.
La próxima vez que quieras regalar algo a tu hijo, no busques en una juguetería el más reciente muñeco de moda. Mejor visita una papelería y selecciona todo lo que llame tu atención, verás que te ahorrarás dinero y podrás comprar varias cosas.
No olvides que la educación de nuestros hijos está en nuestras manos, y nunca es demasiado temprano para sentarnos a su lado y enseñarles todo lo que son capaces de hacer.